¿Cómo se aprende a vivir sin quien te enseñó a vivir?
- juanadalidrivera
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura
La vida nos prepara para muchas cosas…Pero nadie nos entrena para una despedida definitiva.
Hoy, un gran amigo perdió a su padre. Y con ese adiós, se va más que una persona. Se va el sonido de una voz que daba calma, las historias repetidas que ahora extrañamos, los consejos que en su momento ignoramos y que ahora daríamos todo por volver a escuchar.
Y en medio del silencio que deja esa ausencia, nos preguntamos:¿Cómo se sigue? ¿Cómo se aprende a vivir sin quien te enseñó a vivir?
La verdad es que no hay una fórmula mágica.Hay días en que se respira por costumbre, no por fuerza.Hay mañanas en que abrir los ojos duele más que dormir.Y hay momentos en que el alma quiere rendirse… pero no lo hace. Porque algo dentro, algo que esa persona sembró en nosotros, sigue latiendo.
Ese amor no murió.Ese amor ahora vive en tu forma de hablar, en tus decisiones, en cómo miras la vida, en cómo amas a los tuyos, en cómo abrazas a los que aún están contigo.
Y es ahí, justo ahí, donde aparece el consuelo. No como una palabra vacía, sino como una presencia real.Una fuerza que no viene de uno mismo, sino de algo más alto, más profundo.Dice un texto bíblico que ha consolado generaciones:“Dios nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que también podamos consolar a otros…” (2 Corintios 1:4).
Ese consuelo no quita el dolor… pero lo sostiene. No borra la pérdida… pero acompaña el proceso.Y lo más bello: cuando te levantas con el alma rota y aún así sigues adelante, sin saberlo te estás convirtiendo en alguien que un día será capaz de mirar a otro y decirle:"Yo también pasé por ahí… y sobreviví."
Así se aprende a vivir sin quien te enseñó a vivir:amando más, recordando sin miedo, honrando con tu vida el legado que te dejaron, y confiando en que la ausencia duele, sí…pero nunca será más fuerte que el amor que permanece.

Comments