iTAL VEZ!
- juanadalidrivera
- 4 may
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 may
En días pasados me encontraba hablando con un joven estudiante de arquitectura, en la conversación mencionó que no le gustaba la profesión y que "tal vez" pudiera dar clases u otra cosa. Me llenó de asombro esa inseguridad y la manera despectiva con la que hablaba. Pude notar que su forma de pensar no estaba dirigida al éxito y de igual manera se lo expresé. Su respuesta fue más pesimista aun al decir: "su generación (baby boomers) no tiene nada que enseñarme" Lamentablemente hay muchos jovenes, universitarios o no, que piensan igual.
¿Cómo los 14 elementos del libro “Yo soy sabiduria 3?14 les pudiera ayudar a transformar su modo de pensar?
Esta conversación es un espejo de una generación que, aunque con acceso a más información que nunca, muchas veces se siente perdida, desmotivada o incluso desconectada de su propósito. Esa expresión de “tal vez”, dicha con duda y desapego, que en mi interior de humano que soy, la considero de mediocres porque revela más que una falta de dirección: muestra una falta de identidad, de visión, de raíz. Es ahí donde los 14 elementos de Yo soy sabiduría 3.14 pueden convertirse en una brújula, una linterna, que sacuda esa mente y conciencia.
¿Cómo pueden ayudar estos 14 elementos a transformar ese pensamiento?
1. Propósito
Muchos jóvenes no están desmotivados… están desorientados. El problema no es la carrera que estudian, es que no saben para qué la están estudiando. El propósito no es una materia, es una causa. El joven que conecta su carrera con su razón de vivir, aunque tenga que madrugar, aunque tenga que esforzarse, lo hace con pasión.
Ejemplo: Un arquitecto sin propósito ve planos. Uno con propósito, diseña espacios que transforman comunidades.
2. Soñar
Cuando se deja de soñar, se empieza a sobrevivir. La apatía del “tal vez” es el síntoma de quien ya no visualiza un futuro deseable. Este elemento enseña a despertar la imaginación, a imaginar una vida digna de ser perseguida.
Metáfora: El que no sueña es como un tren sin rieles… tiene potencia, pero no dirección.
3. Fe
La fe no es religión, es certeza interna. Muchos jóvenes no creen en sí mismos porque nadie les enseñó cómo. Este elemento activa la confianza en que “sí es posible”, incluso cuando las circunstancias actuales digan lo contrario.
4. Pasión
La pasión convierte el deber en deleite. Si no hay entusiasmo, cualquier esfuerzo parece castigo. Este elemento ayuda a descubrir lo que enciende el alma, y cómo alinear la pasión con la profesión.
5. Punto de partida
Aceptar dónde estás es clave para llegar a donde quieres ir. Muchos jóvenes no arrancan porque sienten que ya empezaron mal. Este elemento enseña que no importa el ayer, lo que importa es cómo decides hoy.
Lección práctica: La vida no arranca cuando todo se alinea, arranca cuando tú decides alinear tu vida con un nuevo propósito.
6. Estrategia
No basta con soñar, hay que saber cómo. Este elemento transforma ideas en planes, y planes en acciones. Al joven que dice “tal vez” le falta un plan de ser, una ruta de acción clara que convierta su caos en claridad.
7. Obstáculos
Aquí el joven aprende que el dolor no es el fin del camino, sino parte del proceso. Que el rechazo, el fracaso y la crítica no significan que estás perdido, sino que estás vivo y aprendiendo.
8. Cualidades y Valores
¿Quién soy? ¿En qué creo? Este elemento devuelve identidad. Muchos se burlan de otras generaciones porque no conocen el valor de la honra, la experiencia ni la historia. Los valores no pasan de moda, se transforman en cimientos.
9. Oportunidades y Posibilidades
Mientras un joven ve problemas, el sabio ve posibilidades. Este capítulo enseña a reconfigurar la mentalidad para ver la abundancia oculta en cada dificultad.
10. Energía
Sin energía, no hay enfoque. Aquí se aprende a cuidar el cuerpo, la mente y el alma. Muchos jóvenes no están deprimidos… están desconectados. Este elemento los reconecta con su fuerza vital.
11. Comunicación
Saber comunicar no es solo hablar, es conectar. El joven que dice “tu generación no tiene nada que enseñarme”, en realidad, está pidiendo ser escuchado, pero no sabe cómo decirlo. Aquí se aprende a dialogar, a escuchar y a influir positivamente.
12. Relaciones
¿Con quién caminas? ¿Quién te inspira? Las malas compañías apagan los sueños, las buenas los avivan. Este elemento enseña que el entorno no es casual, es crucial.
Frase guía: Tu éxito se acelera o se frena según las personas con las que más hablas.
13. Voluntad y Compromiso
La voluntad es ese fuego interior que dice: “aunque no tenga ganas, lo haré”. Aquí se despierta la disciplina, la constancia, y el sentido de responsabilidad.
14. Acción
Porque todo lo anterior… no sirve de nada sin acción. Este último elemento es un llamado urgente: no postergues tu transformación. Haz algo hoy. Decide. Actúa. Da el paso.
Los 14 elementos no son teoría, son herramientas prácticas para que cualquier joven o adulto—desmotivado, confundido o rebelde— despierte su potencial y decida con firmeza:“Ya no más tal vez. A partir de hoy, ¡sí voy por todo!”
Porque el “tal vez” paraliza, pero el “yo soy” empodera. Por eso YO SOY LO QUE DECIDA SER.

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